Daban igual los números que se sumaban con la finalidad de formar kilómetros hacia un gran largo viaje.
Sus dos ojos se miraron; estaba claro que ninguno se decidía por cuantas horas de cada día iban a poder rozarse en una gran amplia habitación de hotel.
Todo parecía un sueño, ninguno se dió cuenta de que solamente era un largo camino que les llevaría finalmente de vuelta a casa. Un día soleado un gran avión dejaría a dos cuerpos perfectos, unidos por la finalidad de sus extremidades y con una gran ilusión marcada en su mayor instrumento del habla.
Se querían, les daba igual la hora si sabían que iban a permanecer juntos.
¿Alguien habló de distancia? Que mas da los kilómetros si el sentimiento podía recorrer un gran camino sin coche. No faltaba contar el dinero del taxi para mostrar las ganas que tenían de verse.
En el colegio siempre nos enseñaban a formar antónimos, pero deseaban todo lo contrario de separados, sus corazones se unían mediante conversaciones delante del movil. Los dos odiaban las tecnologías, y sin embargo amaban como se posaba la sonrisa de ambos delante de ella cada día.
El dedo decidió un punto...
¡Chicago!
Entre las cuatro paredes se escuchó un ligero sonido que solamente ellos dos escucharon...
-Da igual el lugar si es contigo.-
Y se despertó.
Hola, me he pasado por tu blog y me quedo en él. Besinos.
ResponderEliminarOish, que bonito ^^
ResponderEliminarUn beso, nos leemos!
Gracias por pasaros y darme vuestras opiniones tan bonitas!
ResponderEliminarUn besito!