miércoles, 24 de junio de 2015

¿Un café?

La cafeína es una sustancia que altera,
justo como el roze de tus manos sobre mi piel.
El azúcar es una sustancia que da energia, 
que casualidad que tus besos también.
Un vaso y un pequeño plato justo delante de la mesa, propuestos y ideados de que tienen que estar unidos para formar una simple unión: un café.
Un pequeño texto que habla de la unión, parece ironía hablar de unión, cuando la mejor alianza es entre tu mano y la mía. 
Un simple acto de esperanza a la recepción de un cuerpo que no es el tuyo. ¿Hablamos de alteraciones? Como se nota que ni el café ni el azúcar podrán llegar a alterar tanto como tus pupilas dilatadas, y no hay mejor sonido que verte a ti con ellas a través del sillón, viéndote encima de la cama con una música muy lenta. 
Tus pecas son la alianza de constelaciones formadas en tu espalda, que gracia que quieran descubrir la vida en Marte, cuando los verdaderos secretos están entre tus pecas.
No me importaría ser arqueóloga para investigar tu piel paso a paso, los grandes tesoros se guardan bajo llave, y yo quiero tener la maestra.
¿Y si por la noche no hay café? ¡Que inocencia la mía! 
¿Quién no se iría a quedar despierto teniéndote a ti al lado?
Esa olor a fragancia masculina me repara, tu cabello rizado me relaja y su piel suave me enamora. ¿Necesito televisión? Para qué, si tengo la mejor película durmiendo sobre mis complejos más abundantes. 
Las mejores historias de amor no se cuentan, no se compran, no suceden solas. ¿Casualidad? No lo sé, las agujas del reloj contaban los días para conocerte y mira ahora, te invitaría a un café cada día.
¿Quieres tomarte una café conmigo de 29.200 días?

1 comentario:

  1. ¡Wow! Escribes muy bien, ¡sigue así!
    Nos leemos :D
    Un besito ^^

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